Si estás activo en línea, tienes una huella digital. Todos lo hacen. Cada comentario realizado en las redes sociales, cada artículo de noticias compartido y cada compra realizada en línea contribuye al rastro de datos de una persona. Tu rastreo de datos revela una imagen detallada de quién eres tú y qué le gusta. Estos datos son valiosos y, a menudo, se monetizan mediante servicios y aplicaciones "gratuitos" como Facebook, Google y Twitter. Cuando inicias sesión, se te rastrea en cada página que visitas.
Hay costos y beneficios que acompañan a tu rastreo de datos. Por ejemplo, cuando los sitios saben lo que te gusta, ves anuncios más relevantes para productos y servicios que te atraen. Cuando permites las cookies de los sitios web, recuerdan lo que has visto o en lo que has hecho clic y pueden hacer que tu visita sea más rápida y menos repetitiva.
Otros pueden buscar o compartir elementos de tus huellas digitales. Y algo que pensabas que estabas enviando como mensaje privado se puede compartir fácilmente con una audiencia más amplia, lo que puede ser vergonzoso o hiriente. Lo peor de todo: una vez que está en Internet, vive ahí para siempre.
Así es como funciona: cuando visitas un sitio web, este recopila información sobre ti mediante la instalación de cookies en tu teléfono, tableta o navegador de computadora. Esta información incluye tu dirección IP (Protocolo de Internet: una dirección única que identifica un dispositivo en Internet o una red local), tus datos de inicio de sesión y cualquier otra cosa sobre ti que reveles o se publique sobre ti.
Cuando eliges publicar en plataformas de redes sociales, suscribirte a boletines informativos o alertas de texto, o aceptas instalar cookies haciendo clic en "Aceptar" en un banner de consentimiento de cookies en un sitio web, estás dejando un registro de datos de tu actividad.
Tu huella digital es básicamente tu reputación online. Puede ser útil o perjudicial. Lo que digas en línea puede afectar tu vida cotidiana. Y administrar tu rastro de datos no se trata solo de privacidad y seguridad de datos. Los empleadores, las escuelas y las fuerzas del orden podrían usar tu actividad en línea en las redes sociales para evaluar el carácter. Por lo tanto, es importante mantener una identidad en línea positiva. Imagínate lo que alguien podría pensar de ti en función de tus acciones en línea.
Además, es posible que no siempre estés consciente de la huella digital que está creando. Los ejemplos de recopilación de datos ocultos incluyen sitios web que instalan cookies sin avisarte, aplicaciones móviles y sitios que utilizan la geolocalización para determinar tu ubicación, y anuncios en redes sociales o sitios de noticias que te perfilan en función de tus gustos, acciones y comentarios para mostrarte anuncios relacionados a tus intereses.
Ahora que conoces algunas de las formas en que estás dejando un rastro de datos en línea, el siguiente paso es mantener tu reputación positiva y tus datos seguros. Estén atentos para nuestro próximo artículo. Analizaremos cómo limpiar tu huella digital y proteger tu privacidad en línea.