¿Cómo funcionan y por qué son una opción segura para realizar compras en línea? Aquí te lo decimos.
La mayoría de las personas hoy en día, realizamos compras en línea o pagos de diversos servicios. Preferimos realizar transacciones con nuestra cuenta bancaria a través un dispositivo aunque esto representa una amenaza para nuestra cuenta bancaria. Las tarjetas virtuales nacieron con la finalidad de proteger a los usuarios en línea.
¿Qué son las tarjetas virtuales?
Una tarjeta virtual, es un método de pago similar a las tarjetas de crédito tradicionales pero en formato digital, es decir, no son físicas. Así de simple. Las tarjetas virtuales o de prepago cuentan con un número de tarjeta, fecha de caducidad y código de seguridad, datos que los sitios web de compras solicitan al consumidor para procesar una transacción.
Las tarjetas virtuales tienen un método más parecido a las tarjetas de débito, si no se cuenta con fondos suficientes en ella, no se podrá completar la compra satisfactoriamente, a diferencia de las tarjetas de crédito tradicionales. Funcionan de manera independiente a las cuentas de banco, lo que significa que la valiosa información de tu cuenta, no se verá comprometida en línea ya que no se encontrará vinculada a tu tarjeta virtual.
¿Cuáles son las ventajas de las tarjetas virtuales?
Teniendo en cuenta los riesgos de las tarjetas de crédito tradicionales, identificamos porqué las tarjetas virtuales son una opción segura:
1. Para evitar extravíos. Las tarjetas tradicionales, comúnmente las cargamos en nuestras carteras y pueden extraviarse fácilmente o ser robadas por criminales. Esto implica un proceso de cancelación a través de nuestro banco así como la alta posibilidad de que alguien realice compras con ella mientras se realiza el bloqueo. Con las tarjetas virtuales, no sucede esto.
2. Límite de compras. Las tarjetas virtuales, permiten al usuario cargar manualmente los fondos que desea gastar ya que no son de crédito como tal o establecer un límite. Esto significa que únicamente podremos gastar el dinero que tenemos cargado a la cuenta, lo cual evitará un exceso de gastos al momento de navegar y comprar en la gran oferta de productos que nos ofrecen por internet.
3. Son independientes. Esto significa que no están vinculadas directamente a tu cuenta de banco, por lo tanto, si un tercero tiene acceso a tu tarjeta virtual, no tendrá acceso a tus finanzas, únicamente a los fondos que tú hayas cargado a la misma.
4. Evita que la información de tu cuenta bancaria esté comprometida. Al ser una opción independiente de las tarjetas de crédito, evitarás compartir tu información en línea con los sitios en los que deseas realizar compras, resguardando la seguridad de tus finanzas,
5. Gestión inmediata. La administración de las tarjetas virtuales se realiza en línea, lo cuál hace que la gestión sea inmediata ya sea para ciertas configuraciones, para pagar o para recargar saldo en la misma.
Ahora que conoces las ventajas de obtener una tarjeta virtual para mantener a salvo tu información financiera, veamos algunos puntos a considerar antes de decidirte por una. Muchos bancos al rededor del mundo ya están implementando este sistema, así que la oferta de este producto es extensa.
1. Consúltalo con tu banco. Probablemente tu institución bancaria de confianza ya cuenta con este servicio, pregunta directamente con tu banco sobre la oferta de tarjetas virtuales. Probablemente sea más fácil recargar y gestionar una tarjeta virtual que pertenece a la misma compañía de tu cuenta bancaria tradicional.
2. Revisa las opciones de soporte. Cada empresa cuenta con un sistema de soporte diferente. Te recomendamos revisar cómo funciona el soporte de la tarjeta virtual que te gustaría adquirir, así podrás saber si se adapta a ti y asegurarte de recibir una atención especializada y rápida ante cualquier situación.
3. Infórmate sobre los costos adicionales. Algunas tarjetas virtuales realizan cargos adicionales por transacción, mantenimiento o por contratación; otras no realizan cobros por ninguna operación. Infórmate sobre estos costos antes de adquirirla.
4. ¿Límites? Revisa cuáles son los límites que tiene, ya sea restricciones de compras, el monto máximo de fondos así como el mínimo.
5. Flexibilidad. Si te interesa vincularla a ciertas plataformas o cuentas, revisa la flexibilidad de la tarjeta virtual que deseas contratar así como las condiciones de uso. Es importante conocer si existen riesgos aún cuando sea posible vincularla.
6. Protección. Infórmate sobre la protección que ofrece tu cuenta virtual así como sistemas adicionales para una máxima seguridad, ya sea, seguros, protección contra fraudes o si cuenta con autenticación de dos factores. La autenticación de dos factores sirve como una doble capa de seguridad; al intentar ingresar a tu cuenta, te llegará un código vía SMS o correo electrónico, sin él, ni tu ni un tercero no podrían ingresar a la tarjeta virtual.
7. ¡Manténte a salvo! Es recomendable contar con una medida de seguridad adicional a la que pueda ofrecerte la compañía de tarjetas virtuales de tu preferencia. Puedes utilizar un navegador seguro como Avast Secure Browser, que está repleto de herramientas que brindarán una mayor protección a tu información en línea. Avast Secure Browser bloquea anuncios maliciosos, protege tus datos financieros y cuenta con anti-rastreo.
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