Parece que la realidad ha superado la ficción en los últimos años, aquello que de niña veía como un futuro muy lejano se ha vuelto mi propio día a día.
"Alexa, enciende las luces de la sala", "Alexa, recuérdame pagar los servicios mañana a las 9:00 am"... Sí, Alexa se ha convertido en mi aliada, he descubierto un sin fin de comandos y, a medida que voy sumando nuevos elementos a mi hogar inteligente, me preocupa la seguridad de cada dispositivo IoT.
Así que si también te estás convirtiendo en un fanático de la Inteligencia dentro del hogar como yo, aquí te comparto por qué debes de preocuparte y qué hacer ante cada vulnerabilidad o amenaza.
Primer paso: preparando tu hogar
Comencemos por la puerta de acceso a tu hogar inteligente: tu red de WiFi. Los atacantes podrían secuestrar tus dispositivos entrando a través de la red doméstica, por lo que se recomienda siempre cambiar las credenciales del router, jamás mantengas las contraseñas que vienen asignadas de fábrica.
Lo siguiente es asegurar la cabeza de tu hogar inteligente, si todos los dispositivos serán programados y administrados desde tu teléfono celular, necesitarás protegerlo. Para ello, recomendamos que cuentes con un antivirus que te ayude a detectar y eliminar cualquier amenaza.
Segundo paso: programando los dispositivos IoT
También será necesario que cambies las contraseñas y credenciales de fábrica, siempre es recomendable que utilices una diferente para cada cuenta así como fuerte y difícil de descifrar.
Refuerza la seguridad de tus dispositivo activando la autenticación de dos factores, si la opción está disponible, que significa una segunda protección para cada uno.
Continuemos con analizar cada uno de los accesos y permisos de tus dispositivos. Al momento de introducirlos a tu hogar y conectarlos entre sí, te irá solicitando ciertos permisos y accesos. ¿Tendría sentido que tus luces tengan acceso a tu galería de fotos, por ejemplo?, ¿Es realmente necesario que Alexa tenga acceso a Amazon para compras? Considera que los ejemplos anteriores podrían significar un riesgo, en el segundo caso, se pueden realizar compras por una persona ajena o simplemente por error.
Toma en cuenta las funciones que estás programando, no necesitas que tu cerradura inteligente se abra a través de Alexa, esto podría abrir la puerta a terceros.
Tercer paso: mantenimiento de tus dispositivos
Nunca olvides mantener todos, absolutamente todos tus dispositivos actualizados. Cuando llega una nueva versión del sistema operativo o software, esta incluye mejoras en errores y seguridad ante nuevas vulnerabilidades. Actualizar siempre es una opción, puedes decidir entre la actualización automática o manual.
Cambia tus contraseñas con regularidad y verifica nuevamente los accesos y cómo están funcionando tus dispositivos dentro de tu hogar, si hay algo que no se ve bien, tendrás que regresar al paso uno.
Por supuesto que toma tiempo preparar, programar y mantener seguro nuestro hogar inteligente, sin embargo, piensa que precisamente estás adquiriendo dispositivos IoT para hacer más fácil tu vida, no para adquirir problemas o riesgos.
Recuerda que un sólo dispositivo comprometido, puede dar acceso a todo tu hogar, así que cierra bien las puertas y permite que sólo disfruten de tu espacio las personas que tú quieras.