Cómo proteger tu casa inteligente

Charlotte Empey 13 ago 2018

En este artículo te contamos cómo proteger los dispositivos conectados al Internet de las cosas que utilizas en casa.

Vivimos en un mundo conectado. Nos hemos convertido mundialmente en una comunidad más unida: ahora somos más globales. Internet nos ha brindado muchas comodidades, pues permite a cualquiera que tenga acceso a una conexión ver a cualquier persona del planeta y conocerla, así como comunicarse con ella o con cualquier empresa. Esta comodidad está asociada a casi todos los productos tecnológicos que se fabrican, y nuestros hogares se están llenando rápidamente de un universo de dispositivos conectados que no deja de crecer.

Desde los albores de la web, los ordenadores han sido la principal herramienta de conexión. Durante décadas, el ordenador de casa o de la oficina ha sido el campo de batalla digital en que los ciberdelincuentes han hecho todo lo posible por infiltrarse. Con este panorama, los responsables de la ciberseguridad han tenido que esforzarse por defender a los usuarios. Los smartphones terminaron por incorporarse a la zona de guerra, con lo que la seguridad móvil se reforzó. Durante mucho tiempo, ambas plataformas —ordenadores y smartphones— fueron las únicas herramientas que se conectaban a la red.

Pero ahora... ¿lo oyes? Es un sonido sordo, viene de lejos y poco a poco se va elevando. A la cima de la colina se aproxima en manada una generación entera de nuevos dispositivos conectados que entran pisando fuerte en el mercado: televisores, termostatos, despertadores, asistentes digitales, videoconsolas, dispositivos de transmisión de vídeo, sistemas de alarma, impresoras, bombillas y muchísimos más. Por una parte, tanta comodidad es maravillosa. Por otra, surgen preguntas fundamentales que precisan respuesta: ¿de qué cuestiones relacionadas con la seguridad del Internet de las cosas debemos preocuparnos y cuál es el mejor modo de proteger los dispositivos conectados de nuestros hogares?

Amenazas de seguridad en el Internet de las cosas

El lado oscuro de los dispositivos conectados es que no están necesariamente diseñados pensando en la seguridad. La triste realidad es que, con las ansias de ofrecer a los consumidores la primera generación de estos dispositivos, a los fabricantes de equipos originales les interesa más acaparar el mercado que diseñar un producto que no se pueda piratear. Fijémonos, por ejemplo, en una cámara IP. Lo paradójico del asunto es que instalamos una cámara de este tipo con el objeto de mejorar la seguridad doméstica, pero, si no la protegemos, los ciberdelincuentes la pueden utilizar como portal digital de entrada.

Uno de los ciberataques más populares contra los dispositivos conectados consiste en reclutarlos en una botnet, un enjambre de dispositivos infectados capaz de producir grandes daños, ya que realiza tareas en masa. Si convirtieran tu cámara IP en uno de estos soldados mecánicos, podrían usarla, entre otras cosas, para perpetrar ataques DDoS incesantemente, llevar a cabo actividades de criptominería y enviar spam.

Si lo que quiere el ciberdelincuente es robarte los datos personales, el dispositivo conectado se puede secuestrar y usar para llegar a las profundidades de tu sistema. Tu cámara podría ser blanco de un ataque y, como está conectada al wi-fi de casa, se podría usar como portal para acceder a todo lo que tienes en la red, incluidos los smartphones y las tabletas.

Otro riesgo que entraña el Internet de las cosas es el control de los dispositivos. Si alguien con malas intenciones se cuela en tu red, puede manejar los dispositivos a su antojo, por ejemplo, subir la calefacción a 38 grados, poner la televisión a todo volumen en mitad de la noche e incluso supervisar la señal de vídeo de la cámara y conocer los hábitos de tu familia.

Soluciones de seguridad para el Internet de las cosas

Si bien se trata de un sector joven todavía, los productos que se conectan al Internet de las cosas varían mucho en cuanto a marca, modelo, software y diseño. Dotar a cada dispositivo de su propio software de seguridad sería una locura. La única solución sensata consiste en reunirlos y protegerlos en conjunto. De hecho, ya están oportunamente agrupados en tu red. A continuación, exponemos 6 consejos de seguridad para el Internet de las cosas que deberías seguir.

  1. Protege la red inalámbrica

La seguridad de la red del Internet de las cosas empieza y termina en el router. Viene con una contraseña predeterminada, así que deberás cambiarla inmediatamente por otra más compleja. Una que sea indescifrable. Y comprueba que el protocolo de seguridad que usas sea WPA2. Esto es esencial y sienta los cimientos de la seguridad básica. Luego, cuando WPA3 esté disponible, úsalo.

  1. Piensa en la ciberseguridad

Hoy en día, la protección está en nuestras propias manos, así que conviene solicitar refuerzos para que estemos tranquilos. Próximamente lanzaremos productos de seguridad para el Internet de las cosas, como Avast Smart Home Security. Esta solución es una defensa proactiva para la red que utiliza la inteligencia artificial a fin de aprender, supervisar y evaluar continuamente el comportamiento del Internet de las cosas en tu casa y, cuando detecta algo inusual, te avisa.

  1. Cambia las contraseñas predeterminadas

Esto sirve para cualquier dispositivo que venga con una contraseña predeterminada, no solo el router. Cuando tengas la opción, cambia siempre la contraseña predeterminada por otra más compleja. Si también está disponible la doble autenticación, actívala. Y utiliza un administrador de contraseñas: te facilitará la vida. Echa un vistazo a esta publicación de prácticas recomendadas sobre contraseñas.

  1. Conoce tus dispositivos

Puede ser tentador arrancarlos enseguida de la caja y darle al botón de encendido, pero es indispensable que pensemos en los dispositivos conectados como si fueran algo más que un gadget. Todos ellos son, potencialmente, un portal para cualquier hacker decidido a introducirse en nuestra red. Cuando incorpores un dispositivo conectado a la red, tómate el tiempo necesario para informarte de su funcionamiento, incluyendo el protocolo de seguridad.

  1. Instala las actualizaciones lo antes posible

Queremos insistir en este aspecto: es importantísimo mantener el firmware de los dispositivos conectados actualizado con las últimas versiones y parches disponibles. Recuerda que la mayoría de estas actualizaciones se publican porque se ha encontrado un fallo de seguridad que se ha vulnerado en la versión anterior. En este caso, debes dejar de utilizar la versión afectada de inmediato. Cuando quieras comprar un dispositivo nuevo de este tipo, también deberías fijarte en el proceso de actualización. Asegúrate de que sea sencillo y de que avise con una notificación cuando haya una actualización nueva.

  1. Conéctate solo si es necesario

Cuantos menos dispositivos tengas conectados a Internet en tu casa, a menos amenazas te verás expuesto. Si no es imprescindible que la cafetera o las bombillas sean «inteligentes», sigue usando las tradicionales. No obstante, cuando compres dispositivos inteligentes, no te olvides de seguir todos los pasos necesarios: incorporación, instalación, cambio de contraseña, etc.

Indudablemente, existen riesgos, pero también hay soluciones. No debemos temer a la horda de dispositivos conectados que se acerca ni el pujante surgimiento de los hogares inteligentes. Solo tenemos que mantenernos alertas al incorporarlos a la red y proteger la red: de este modo, podremos aprovechar al máximo las ventajas de la asombrosa era tecnológica en que nos encontramos.

 

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